sábado, diciembre 24, 2011

No...el

Visitando la familia en el sur y haciendo compras en el supermercado con madre y sobrino de 3 años.

SOBRI
Abuela, me comprás las medias de "Cars 2"?

ABUELA
Bueno, agarramos un par de medias, dale.

SOBRI
Cars 2, tía!!!
Mirá, medias de Cars Dos!

USHKA
Medias de "Cardoso"!
Muy lindas.

Pasando cerca de la góndola de los juguetes.

SOBRI
Abuela, me comprás un cochecito?

ABUELA
No, ya tenés 200 mil cochecitos.

SOBRI
Pero éste no lo tengo.

ABUELA
No, ya tenés las medias de Cars.

SOBRI
Pero dale, abuela!
Un cochecito, mirá, este es verde.

ABUELA
No. Pedíselo a Papá Noel para navidad.

SOBRI
A "papanuel"?

ABUELA
Sí, pedíselo a él que si te portás bien te lo va a traer.

SOBRI
...

ABUELA
Pero te tenés que portar bien, si no Papá Noel
va a preguntar y si se entera que te portaste mal
no te trae regalitos.

SOBRI
No?

ABUELA
No.

SOBRI
Tía...

USHKA
Así es, sobri, Papá Noel es un hombre muy retorcido.

SOBRI
...

USHKA
Retorcido y cínico.

SOBRI
...

ABUELA
...

USHKA
Jojo...jo??




jueves, diciembre 15, 2011

Cine negro

Un compañero de la primaria, a quien no he visto desde que egresamos me agregó al facebook y empezamos a chatear.

COMPA
Hola, Negra! Cómo andás?

USHKA
Desmemoriada, según parece.

COMPA
Por?

USHKA
No recordaba que me llamaran por ese apodo.

COMPA
?

USHKA
Negra.

COMPA
Jajajaja, es una forma cariñosa.
Qué andabas haciendo?

USHKA
Intentando entrar a Cuevana.

COMPA
Es una página de películas, no?

USHKA
Ajá. Para verlas oline.

COMPA
Sos de mirar cine, parece.

USHKA
Mucho.

COMPA
Bien, sos de las mías jajajajajaja.

USHKA
¿Y qué has visto últimamente?

COMPA
De todo un poco. "Sin límite" fue la última. Muy mala.
Pero me la paso comprando, tengo cerca  de 500 pelis en casa.

USHKA
Montones!

COMPA
Y tenía más, que se las presté a mi ex y sonamos,
no las vi más.

USHKA
Mal hecho yo aprendí mi lección.
Mi ex se llevó mis pelis de Monty Python.
Imperdonable. Encima ni las va a entender. 
Más imperdonable aún.

COMPA
Después tenía todas de chicos, que se las dejé a la nena de ella.

USHKA
Mal hecho.
Los niños no te devuelven nada. 

COMPA
Recién estaba chateando con la nena 
y quería pasar por mi casa el viernes 
a saludarme por mi cumpleaños.

USHKA
Genial!
Podés aprovechar para pedirle que te devuelva tus pelis.

COMPA
Jajajaja. No, ya está, son para la nena.
La verdad que cuando me separé lo que más me dolió fue eso.

USHKA
Obvio, uno cada tanto necesita ver pelis para niños.

COMPA
No!
Me dolió no ver tanto a la nena.
La conocí desde chiquita y ahora tiene 13 y me sigue diciendo "pa".

USHKA
En serio?

COMPA
Sí, teníamos buena relación.

USHKA
No, digo, en serio tiene 13 años???

COMPA
Sí, está re grande.

USHKA
Con más razón, creeme, que te devuelva tus películas
que las debe tener escondidas para que sus amigas
no la tilden de "nenita" frente al pibe de quinto año que le gusta.

COMPA


USHKA
Negro?


(COMPA IS OFFLINE)


Tengo el presentimiento de que tal vez no me inviten a los 25 años de egresados.





jueves, diciembre 01, 2011

CHAPTER 1


Pequeño adelanto de "El peso de las horas"


Petrificada.
Quiero hacer un movimiento, pero cada músculo de mi cuerpo se rebela contra la posibilidad de salir de esta posición. No siento nada, pero a la vez nunca estuve tan sensible. El piso está frío, lo sé porque cada centímetro de mi piel percibe la dureza del suelo que aún me sostiene. Puedo sentirlo, sin padecerlo,
sin disfrutarlo.
Es mi desnudez.
No, no es cierto.
Es la desnudez de un cuerpo que nunca fue mío. Tampoco fue ajeno, ni de nadie. Simplemente es un cuerpo desnudo que hoy me desconoce.

Escucho el zumbido de una mosca que me sobrevuela. Quiero seguir su recorrido infinito en el aire pero mis ojos no me responden. ¿Cuánto tiempo podré estar sin parpadear? ¿Cuánto tiempo durará esta perplejidad? ¿O acaso es asombro?

Si tan sólo quisiera quedarme quieta. Pero es absurdo. ¿Cómo querer la quietud cuando ya no hay nada que aquietar? Es este cuerpo que no me corresponde.
No me corresponde.
Ni tan siquiera tragar. Hasta los reflejos se niegan a hacer de éste un cuerpo de la necesidad. Ya no hay necesidad, nunca lahubo, pero ahora ni la creencia de que alguna vez la hubo. Esa creencia que empujaba a mis otras creencias que eran el norte, mi norte.
Lo intento, pero nada. Ni el impreciso movimiento de la punta de mis dedos del pie, ni el desesperado ajetreo de mis brazos intentando devolverme al mundo de la creencia. Me pregunto si será una cuestión de voluntad. No lo sé. Sé que la sensación es la de estar inmovilizada por lo que se desconoce. Como quien
queda encerrado en un cuarto completamente oscuro y silenciado, sin saber de sus dimensiones ni sus peligros. Habrá, entonces, que buscar a tientas una salida que tal vez no exista o que, existiendo, tal vez nunca se encuentre, y aún encontrándola, no se pueda atravesar.
Y nuevamente: la creencia.

Voy perdiendo la noción del tiempo. Ya no sé cuánto llevo aquí. Intento decir mi nombre en voz alta. No para recordarlo, sino para que algo vibre en mí, mis cuerdas vocales, mis tímpanos. No, no es abandono. Es que todo me traiciona. Es este cuerpo engañoso que me hizo creer que era mío y ahora me deja extrañada.

Lo intente o no, no hay respuesta. Sólo preguntas. Y tal vez sea momento de preguntarme antes de extinguirme.